Morado.

Recorres mi cabeza como dirigible y
me vuelves las nubes de azucar.

Me elevas, me amarras, me empujas, me callas
Me muerdes, Me exploras, Me sanas.
Me sanas? El hecho de catalogarte como medicina, me genera sentimientos encontrados.
y es que caer inconscientemente en el juego de alucinar cada milimetro de tu sonrisa
es Malsano y disparatado.
Malsano hasta el punto de digerir las horas con los ojos, y volverme la torpeza hecha
mujer al sentir ese humo en mis neuronas...
Ese humo tan familiar, tan azucarado, tan amargo, tan de él como mío.

El aire se fragmenta en cada respiro.. y es que si el oxígeno falta
su nicotina se me sube hasta el cerebro y cualquier rastro de razón queda
reducido a la mitad. Él Me dice que saque la cabeza del casco
y ahora ya no sé si pueda aterrizarla.


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