Opuesto.

Me duelen las coyunturas de las manos,
cansadas, a oscuras, frágiles al viento,
intranquilas, gélidas...y ese frio que estigmatiza en la espera.
Me seco las mejillas, y al caer, la lluvia traza cicatrices en el asfalto.
No se ven... pero entre el aire se filtran los murmullos de ese alguién
que estrelló su dolor contra el mundo.

"Es un alguién que se ha perdido dentro de su propia cabeza, hace ya varios días
que la ando buscando y me va la vida en encontrarla pero la cosa es difícil,
es angustiosa y jodídamente áspera".
Ella habitará en un plano paralelo al real, cercano pero inabordable...
Claro pero engañoso, venenoso.
Pasa de ser una dulce guarida a ser la condenada ilusión, se besan los dos
extremos, se rozan, se alteran... cada vez más frecuente.